Existen tres grandes ámbitos de la acción empresarial en las que se inscriben las actividades de diseño y en las que ha de estar incorporado de forma gradual, considerando las variables estratégicas y recursos de la empresa. Ello deriva incluso en poder hablar de diferentes clases o etapas de diseño en relación a su intervención en las distintas actividades de las empresas:
1.- Diseño industrial o de producto. Se encarga de la resolución de los aspectos formales, constructivos y utilitarios del producto, determinando todas sus características, desde su origen hasta aspectos de marketing que tienen que ver con su puesta en el mercado. En este sentido, la incorporación de esta especialidad supone y requiere de un trabajo interdisciplinar, así como la integración horizontal a la empresa en términos de comunicación entre las disciplinas implicadas. Deben tenerse en cuenta aspectos funcionales, de utilización, uso, fabricación, montaje; aspectos todos de carácter técnico para definir las características estructurales y funcionales que permitirán al producto materializarse y cumplir, con la máxima eficacia y calidad, los objetivos para los que fue ideado. Pero también deben considerarse aspectos de imagen, de significado, puesto que un producto, además de servir para algo, también significa algo, tiene un contenido simbólico que el diseñador ha de saber comunicar a través de las formas, colores, texturas y materiales. Además, el diseño ha de tener en cuenta qué estrategia persigue la empresa con sus productos. Si quiere competir a través del bajo coste del producto, o a través de la diferenciación, o si se dirige a un segmento concreto; en cada caso el diseño será totalmente distinto. Esta es una de las razones de la importancia estratégica del diseño.
a. Bienes industriales. Sirven para la producción, son los bienes que se utilizan para obtener otros bienes. Se subdividen a su vez en: instrumentales como las instalaciones y los aparejos, de consumo como las materias primas y los semi-elaborados o suministro como los embalajes, servicio como almacenes, mantenimiento, adiestramiento. Son caracterizados por la evolución tecnológica basada en la innovación y el desarrollo. El mercado de los bienes industriales está estrechamente relacionado con la búsqueda científico-tecnológica y con la financiación necesaria para su realización, y está en función de la mejora de su uso en la minimización de pérdidas y la optimización en la relación hombre-máquina.
b. Bienes de consumo. Sirven para la satisfacción de las necesidades humanas. Se subdividen a su vez en: de consumo masivo como los alimentos, los productos para la casa, la ropa, de consumo duradero como los electrodomésticos, la decoración, el automóvil. Los bienes de consumo masivo se caracterizan por su uso inmediato, repetitivo y su gran difusión. La segmentación alta y mediana está en relación a su precio unitario. Los bienes de consumo duradero son bienes instrumentales de uso privado y prolongado, tienen un valor unitario elevado y una reducida frecuencia de adquisición caracterizada por comparativas de calidad-precio y función. EI marketing de los bienes de consumo está en función de la producción y la distribución, estudia la propensión al consumo y utiliza el diseño y el packaging como medios de comunicación inmediata.
c. Servicios. Sirven para facilitar y simplificar la satisfacción de las necesidades. Son bienes de servicio el crédito, los seguros, los transportes, la distribución de agua, luz, gas, el correo, la manutención, etcétera y se pueden subdividir en relación a las categorías anteriores. Pueden ser de naturaleza de consumo o instrumental: la tarjeta de crédito puede ser utilizada sea con objetivos personales-íntimas o para desarrollar actividades laborales. El marketing de los servicios está en función de la empresa y el desarrollo de las personas, estudia el comportamiento humano y planifica la mejora y la eficiencia de los servicios para hacerlos adecuados a las expectativas de uso. En este caso el diseño de los instrumentos que permiten desarrollar el servicio debe tener en cuenta los aspectos organizativos del servicio para poder mejorarlo: un servicio de transporte público en la calle, debe tener en cuenta los recorridos más allá del diseño eficiente de los propios vehículos.
2.- Diseño gráfico
Esta actividad comprende varias funciones que pueden agruparse en diseño de la identidad y diseño de la información.
a. Diseño de la identidad o imagen corporativa, destinado a potenciar los rasgos de identidad de la empresa y a transformarlos en valores de mercado, por la necesidad de identificarse y diferenciarse que tienen las empresas. Es una actividad compleja que ha de tener en cuenta factores relacionados muy directamente con el diseño, como por ejemplo los de tipo simbólico o puramente técnicos de las artes gráficas, juntamente con aspectos referidos a la política de la empresa y el comportamiento de las organizaciones, es decir, en principio ajenos al diseño. El primer paso en este apartado es el diseño de marcas y signos en general. Las marcas tienen distintas motivaciones, pero en principio se desea una rápida identificación visual y una diferenciación de otros productos similares. En otras ocasiones se pretende satisfacer una necesidad de comunicación rápida y eficaz, principalmente en un mundo sobresaturado de ruidos e interferencias visuales. Las marcas utilizadas con fines comerciales se han de diseñar teniendo en cuenta los objetivos y funciones a cumplir. Así, no es lo mismo diseñar una marca para un producto de gran consumo, que para un bien de equipo o para un servicio. Las marcas pueden representarse de varias formas: mediante símbolos, logotipos o monogramas. Los símbolos son elementos pictóricos, figurativos o abstractos; los logotipos, nombres o firmas; y los monogramas, letras relacionadas entre sí. El reconocimiento y el recuerdo no es siempre el mismo: resulta mayor en los logotipos que en las iniciales; los símbolos son las marcas menos memorizables. Las palabras que puedan pronunciarse se recuerdan mejor que los grupos de letras, y los emblemas que utilizan letras son más fácilmente reconocibles que los que utilizan signos abstractos. El diseño de la identidad, en un sentido más amplio, supone el desarrollo de programas de imagen corporativa. El objetivo de un programa corporativo es dar la máxima coherencia a todas las comunicaciones visuales de la empresa, de forma que configuren una única imagen en el receptor. Dado que la imagen de la empresa se forma en la opinión pública a través de muchos estímulos, no únicamente visuales, es fácil entender que para diseñar un programa de imagen se requiera considerar al menos tres elementos fundamentales: primero, que existan una políticas y estrategias en relación a la imagen que se quiere transmitir; segundo, que se le considere a largo plazo; y tercero, que haya una coordinación entre todas las comunicaciones, no únicamente entre las visuales.
b. Diseño de la información y la comunicación, cuya función es crear las mejores condiciones para la identificación y reconocimiento de aspectos tales como: marca, catálogos, anuncios, stands, envase, embalaje, etiquetas y otros elementos auxiliares, sacando al producto del anonimato y reclamando la atención de los receptores que a su vez pueden ser diversos: la opinión pública, los consumidores, los distribuidores, los empleados y los accionistas, por citar sólo algunos. Las actividades a desarrollar pueden ser múltiples: diseño de sistemas de información y señalización; diseño de carteles; diseño de packaging; diseño de elementos promocionales que cubre un largo espectro: desde el material publicitario de un anuncio hasta un catálogo. Si las actividades antes citadas están ligadas al marketing, ésta última lo está aún más. Ajustarse al espíritu de una campaña publicitaria, interpretar su esencia y realizar el material correspondiente exige rapidez, sensibilidad y conocimiento del cliente. Comunicar (dar a conocer el producto) constituye un paso importante para el afianzamiento de los mercados. Sobre la base de la comunicación está el correcto posicionamiento del producto respecto del mercado y de la utilidad de referencia. La comunicación no es otra que la divulgación de informaciones por «imágenes o palabras» del producto que se quiere presentar al mercado, lo que se realiza a través de la publicidad, la promoción de ventas, la actividad de las relaciones públicas, las exposiciones (las ferias, por ejemplo), el patrocinio y el marketing directo (buzoneo y tele-marketing). Es evidente que la coordinación de los diversos medios de comunicación es fundamental para trasladar a los potenciales consumidores no sólo una imagen coherente y reconocible del producto, sino también lo que la empresa se propone. La comunicación es un factor estratégico fundamental para la empresa. Algunas empresas han cometido el error de separar la comunicación del marketing y de otras actividades, cuando la comunicación es parte integrante del marketing mix y tiene que complementarse con el resto de actividades de la empresa. La publicidad representa el sistema tradicional de comunicación. Con ella se entiende la presentación de un producto, un servicio, una idea, transmitida por un medio bien identificado, por un canal «no personal», cuyo empleo comporta un coste. Sin embargo es sabido que la imagen empresarial, lo que los demás piensan, está parcialmente influenciada por la política de comunicación, pero lo es mucho más de la totalidad de las acciones de la empresa y de los factores externos, que se escapan a un control directo. Por lo cual es determinante tener presentes los siguientes aspectos inherentes a la comunicación.
3.- Diseño de espacios o entornos
A través de una serie de actividades que conforman el proyecto de espacios físicos interiores y exteriores que en el caso que nos ocupa van desde la organización y equipamiento de establecimientos comerciales, ferias, etc. La creciente importancia de la distribución que ha incrementado el valor y papel desempeñado por el interiorismo abarca aspectos diversos como: diseño de puntos de venta (tienda tipo); colocación del producto; interacción entre espacios y objetos; iluminación del producto; gestión del espacio y de las sensaciones, etc. Dada la importancia decisiva en la elección del canal que permite a las empresas discurrir directamente al consumidor, las grandes empresas operando en mercados claramente globalizados, han apostado por estrategias de identificación inmediata en los puntos de venta, a la fuerte caracterización de los puntos venta, aunque otras estén orientando su política de diferenciación y personalización del punto venta en función del mercado de referencia. La elección del tipo de cobertura y los canales distributivos está en función de los objetivos estratégicos de la empresa y tienen que ser coherente con los demás elementos del marketing mix.